Bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que estén espumosos. Después incorpora de forma alternada la leche, el aceite y la harina. Vierte la masa en una bandeja de horno y alísala uniformemente. Reparte las frambuesas y los arándanos en 4 zonas iguales. Mete la bandeja en el horno a 180 °C durante 30 minutos con la circulación de aire activada. Después de la cocción, el pastel debe enfriarse completamente. A continuación, córtalo en 4 cuadrados iguales.Tip: Mezcla cada tipo de bayas con 1 cucharada de harina de maíz para ligar mejor el jugo de fruta.
Bate la mantequilla con una batidora eléctrica hasta que esté blanca y cremosa. Luego añade la leche condensada y el extracto de vainilla. Sigue batiendo hasta obtener una consistencia cremosa.
Pon un poquito de crema de mantequilla en un plato para tartas y luego coloca encima el primero de los cuatro trozos de tarta (con frambuesas). Después alterna las capas de crema de mantequilla y los trozos de pastel. Por último, cubre toda la pila de pasteles con crema de mantequilla.
Traza surcos en la superficie del pastel con el peine y luego mete el pastel en el refrigerador durante unos 45 minutos.
Mezcla una porción de 250 g de harina de almendra con el colorante alimentario rojo, y otra porción de igual tamaño con el colorante azul, pero no mezcles demasiado tiempo, pues de lo contrario la mezcla se pegará.
Coloca el pastel en diagonal y viértele la harina de almendras roja encima mientras la pasas por un colador.
Coloca el pastel en diagonal del lado opuesto y luego cuela la harina de almendras azul sobre él. Decora el área alrededor del pastel con frambuesas (lado rojo) y arándanos (lado azul).