Tritura las papas con un tenedor en un recipiente grande.
Agrega todos los ingredientes, desde el queso parmesano hasta la pimienta. Mezcla todo vigorosamente hasta que el puré tenga una consistencia suave.
Vierte el puré de papa en una manga pastelera.
Calienta aceite en una sartén de unos 4 cm de profundidad y presiona la manga pastelera haciendo movimientos circulares con la mano. Tan pronto como el remolino haya tomado un color dorado, retíralo del aceite con un colador-cucharón.
La mezcla de papa debe alcanzar para unos 4 o 5 remolinos, depende del tamaño que elijas. Escoge tu condimento favorito (p. ej. kétchup, alioli, salsa ranchera) para acompañarlos y ¡al ataque!