Prepara la marinada para el pollo. Pon todos los ingredientes en un bol, luego sumerge las pechugas de pollo en la mezcla y revuelve muy bien todo. A continuación, tapa el bol y mételo en el refrigerador durante al menos 2 horas. Lo mejor es dejarlo durante la noche.
Lava las verduras, córtalas en cuadritos y ponlas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Espolvorea las verduras con romero y tomillo frescos y mantequilla rallada antes de meterlas en el horno en el nivel más bajo.
Corta las papas crudas en cuñas y colócalas en una parrilla de horno. Luego pon la pieza en el nivel medio del horno.
Saca las pechugas de pollo del bol y ensarta 3 de ellas en una brocheta de madera.
Cuelga las brochetas sobre otra parrilla de manera que las pechugas de pollo cuelguen entre las barras.
Coloca la parrilla en la parte superior del horno para que las pechugas de pollo cuelguen sin tocar las papas. Hornea todo junto durante unos 35 minutos a 180 °C con la circulación de aire activada. La marinada que gotea sobre las papas y las verduras les da un gran sabor.