Mezcla harina, sal, azúcar y polvo de hornear en un bol. En otro bol, mezcla huevo, queso crema y aceite vegetal. Mezcla el contenido de ambos boles y amasa hasta que quede compacto. Refrigera al menos durante 1 hora.
Condimenta las piernas de pollo con pimentón, ajo, sal y pimienta. Añádeles un poco de aceite y coloca las piernas de pollo sobre una bandeja de horno cubierta de papel para hornear. Hornea durante 35 minutos a 175 °C con la circulación de aire activada. Deja enfriar y saca la carne de los huesos.
Echa la carne picada fina en un bol y añade pimiento picado, queso derretido y cheddar. Mezcla todo bien.
Saca la masa del refrigerador y pártela en 5 trozos del mismo tamaño. Haz tortas planas con cada trozo de masa.
Rellena cada torta con 1 cucharada de la mezcla de carne, queso y pimiento. Coloca en el centro un hueso de pollo sin carne y envuélvelo con la masa de forma que sobresalga el hueso. Congela las piernas envueltas y rellenas durante unos 20 minutos.
Calienta aceite en una sartén a unos 175 °C y fríe en ella las piernas de pollo. Mientras lo haces, sujeta los huesos para que la masa se fría bien. Fríe hasta dorar.