Coloca todos los ingredientes para la masa en un bol grande e intégralos muy bien con las manos hasta obtener una masa suave. Después deja enfriar la masa.
Reserva para más tarde un cuarto de la masa. Extiende la que te queda en la base de un molde redondo para hornear. Cubre también 2 centímetros de altura del borde. Presiona un poco la masa para fijarla bien y después pínchala con un tenedor para evitar que se formen posteriormente burbujas de aire.
Disuelve el polvo de flan instantáneo con unas cucharadas de leche antes de añadirlo a una olla con el resto de la leche. Sin dejar de remover, hierve los ingredientes hasta que la mezcla se espese. Revuelve el chocolate líquido y la crema hasta obtener una textura suave. Después agrégalo a la mezcla anterior y revuelve todo muy bien. Vierte la mezcla sobre la base de masa y alisa la superficie con una espátula.
Extiende el cuarto de la masa que reservaste anteriormente y luego córtalo en ocho tiras del mismo ancho. Las dos tiras exteriores de masa no son necesarias. A continuación, coloca tres tiras de masa encima del pastel, dejando un espacio entre ellas. Luego coloca otras tres tiras cruzadas encima. Con los dientes de un tenedor, presiona ligeramente el borde del pastel para fijar las tiras de masa en el molde. Finalmente, hornea el pastel a 170 °C (con la circulación de aire activada) durante 40 minutos.