En un bol, mezcla la harina, el huevo, el azúcar, la sal y la levadura (previamente disuelta en agua tibia). Revuelve los ingredientes muy bien hasta obtener una masa suave. Después cubre el bol con un paño y deja reposar la masa 90 minutos en un lugar cálido.
Reserva un tercio de la masa para la tapa del pastel. Con un rodillo aplana y extiende en forma circular el resto de la masa hasta conseguir una especie de tortilla de 40 cm de diámetro, con la cual vas a cubrir todo el interior del molde para pastel. Asegúrate de que la masa sobresalga un poco del borde del molde.
Fríe y condimenta la ternera molida y viértela en el molde para pastel. Después añade el kétchup, la cebolla picada, los pepinillos en conserva cortados en rebanadas y, por último, el queso. Es importante que todas las capas queden repartidas de manera uniforme.
Con un rodillo, extiende la porción de masa que reservaste para la tapa y colócala sobre el pastel. Ahora dobla los bordes de la primera masa hacia dentro para que ambas masas queden unidas. Barniza la tapa con leche y rocía el sésamo por encima.
Hornea el pastel por 20 minutos a 180 ºC.