Mezcla la harina, la leche y una pizca de sal hasta obtener una textura suave. Haz las crepas en una sartén hasta completar 10 unidades.
Derrite mantequilla en una sartén y fríe el tocino. Poco después, añade la cebolla picada y, por último, las espinacas. Retira la sartén del fuego cuando las espinacas se ablanden.
En una sartén aparte, derrite la mantequilla, agrega la harina y remueve constantemente para evitar que se formen grumos. Añade la leche y condimenta con sal, nuez moscada y pimienta.
Reparte una cucharada generosa de espinacas en una crepa, rocía un poco de mozzarella y agrega tres cucharadas de salsa bechamel. Coloca una crepa encima y repite el procedimiento. Haz lo mismo con el resto de las crepas, excepto con la última, a la que le vas a poner encima la cucharada de salsa de tomate, la mozzarella y la bechamel. Mete el pastel al horno durante 15 minutos a 180 ºC.