Corta los pimientos en tiras. Parte la cebolla a la mitad y córtala en medios anillos.
Hierve agua en una olla grande y agrega la sal y el espagueti. Aparta unos 50 ml del agua de la pasta y resérvala para más tarde.
Fríe el pollo con aceite de oliva hasta que se dore por ambos lados. Retira el pollo y resérvalo. En la misma sartén, fríe el pimiento y la cebolla. Ralla el ajo por encima.
Agrega el pollo, la pasta cocida, los condimentos, la leche y el agua de la pasta. Mezcla bien y deja que se cueza a fuego lento. Agrega el queso rallado.
Coloca la tortilla en un bol apto para horno. La tortilla debe ser más grande que el bol para que forme un recipiente para la pasta. Mételo al horno a 200 ºC con la circulación de aire activada.
Coloca la mitad de la papa en el centro de la tortilla y reparte la pasta por toda la superficie. Entierra en la papa dos palitos de madera separados a unos 2.5 cm el uno del otro. Sostén el tenedor en las puntas de los pinchos y coloca una generosa porción de espagueti sobre el tenedor para ocultar los palitos de madera.