Derrite la mantequilla en una olla y después agrega la harina. Deja que la mezcla se cueza unos momentos y continúa removiéndola con un batidor manual. Agrega la leche a la olla y sigue removiendo para evitar que se formen grumos. Cuando la salsa se espese, agrega el queso cheddar y después la mozzarella. Hay que revolver todo hasta que los quesos se derritan y la textura de la salsa se ponga viscosa.
Integra muy bien los macarrones cocidos y escurridos en la salsa.
Vierte toda la mezcla en un molde rectangular previamente cubierto con papel de hornear y ponla en el refrigerador por 2 horas.
Extiende la masa de hojaldre y reparte las tiras de tocino frito encima. Coloca el bloque de macarrones con queso boca abajo, en uno de los lados más cortos del rectángulo de masa de hojaldre. Enrolla el bloque con la masa y colócalo sobre una bandeja cubierta con papel para hornear. Sella los bordes de masa que hayan quedado abiertos.
Bate un huevo a mano y barniza toda la masa. Por último, mete esta pieza al horno por 40 minutos a 180 ºC, con la circulación de aire activada.