Abre el paquete de ramen, coloca los fideos en la sartén y vierte encima 500 ml de agua hirviendo. Deja los fideos reposar cubiertos durante 5 minutos y luego extrae el agua.
Vierte la mezcla de especias que contiene el paquete y un huevo sobre los fideos y mezcla todo bien.
Toma un palito de madera pequeño y enrolla una pequeña porción de fideos alrededor de él.
Fríe los fideos de ramen en aceite caliente a 160 °C y extrae el palito. ¡Ya verás qué ricos están!