Mezcla en un bol la carne molida, el huevo, el perejil, la cebolla, el pimentón, la sal y la pimienta. Extiende un film transparente sobre la superficie de trabajo y aplana la carne molida de manera uniforme hasta formar un rectángulo.
Ralla el queso sobre la carne molida y haz un rollo con la ayuda del film plástico. Mete el rollo en el congelador durante 1 hora y media.
Mezcla la harina, los huevos, la sal y la leche en un cuenco hasta obtener una textura suave.
Saca el rollo de carne del congelador y retira el film transparente. Corta la carne en rodajas de aproximadamente 1.5 cm de grosor.
Sumerge las rodajas de carne molida en la mezcla para la masa y fríelas en una sartén con aceite vegetal durante unos 3 o 4 minutos por cada lado a fuego medio.