Mezcla leche, agua, aceite de oliva y las especias para la polenta en una olla. Lleva a ebullición y luego apaga el fuego, añade el maíz molido y mezcla todo bien.
Deja la polenta reposar unos 5 minutos, añade el resto de los ingredientes y amasa hasta obtener una mezcla homogénea.
Forma con las manos 6 bolas del mismo tamaño, aplánalas y hazles un hueco en el centro.
Coloca las bolas de polenta en el molde de horno.
Mezcla los ingredientes para las albóndigas en un bol y dales forma homogénea con las manos. Luego engrásate ligeramente las manos y forma 6 bolas de igual tamaño. Colócalas en los huecos de las bolas de polenta.
Finalmente, reparte salsa de tomate sobre las albóndigas y esparce mozzarella rallada por encima. Hornea durante 25 minutos a 180 °C con calor inferior y superior activados. ¡Contempla cómo el queso se derrite de forma deliciosa al servir tus albóndigas!