Primero pon un poco de agua en la olla y caliéntala en la estufa, el agua debe alcanzar una temperatura alta pero no hervir. Vierte el chocolate de leche y el chocolate amargo por separado en dos tazones resistentes al agua. Coloca cada bol dentro del agua caliente hasta que el chocolate esté derretido completamente. (Es decir, derretimos los chocolates al baño maría).
Ahora sumerge las cucharas de madera en el chocolate derretido.
Puedes dejar que las cucharas de chocolate se enfríen y sumergirlas una vez más en chocolate o ¡puedes decorarlas con chocolate rallado y malvaviscos! Para darles un espléndido toque final, rocía las cucharas con un poco de chocolate blanco derretido.