Amasa todos los ingredientes de la masa de pizza hasta obtener una textura lisa, después tápala y déjala subir en el refrigerador durante toda la noche. También puedes dejarla reposar tapada en un lugar cálido durante 90 minutos.
Enciende el carbón en la parrilla. Mientras tanto, remoja las hierbas en agua. A continuación, ensarta los tomates, la cebolla, las salchichas y el ajo. Después coloca las hierbas empapadas directamente en el carbón, pon la brocheta en la parrilla y ásala por ambos lados mientras las hierbas se queman en el carbón y liberan un maravilloso aroma con el que la brocheta se impregna.
Retira la brocheta de la parrilla en cuanto la cáscara de las verduras empiece a ponerse negra y las salchichas estén bien cocidas. Pela los tomates, la cebolla y el ajo. A continuación, pícalos junto con las salchichas. Mezcla todo con el orégano y el aceite, y sazona la mezcla con sal y pimienta.
Extiende la masa de pizza con un rodillo y unta la mitad con un poco de la salsa de tomate casera. Cubre con burrata rallada, la rebanada de jamón cocido, el champiñón en rodajas, la mozzarella y la albahaca.
Dobla la masa de la pizza y presiona bien los bordes para sellarlos. Tip: Dobla el borde de nuevo hacia la parte superior y apriétalo bien, esto le dará más estabilidad al calzone.
Asa el calzone por ambos lados en una zona indirecta del fuego, es decir, no en el punto más caliente. Cierra la tapa de la parrilla durante la cocción. Tip: Pon el calzone en el congelador durante una hora antes de asarlo en la parrilla, así será más estable y más fácil de girar.