Corta las sandías en rebanadas de unos 2,5 cm de grosor, superponlas de dos en dos y luego córtalas en círculos iguales de unos 20 cm de diámetro con un bol u objeto similar. Coloca los círculos de sandía sobre un paño de cocina, cúbrelos con otro paño y déjalos secar durante al menos 6 horas, pero preferiblemente durante toda la noche.
Mezcla el queso crema con la leche de coco, el azúcar en polvo, la sal y las ralladuras de limón y lima. A continuación, incorpora con cuidado la crema (nata) batida a la mezcla de queso crema. Pon la crema en el refrigerador durante una hora.
Coloca la primera rodaja de sandía amarilla en un plato y extiende encima una capa de 1 cm de queso crema. Pon una rebanada de sandía roja sobre la crema y repite el proceso hasta que las 4 rebanadas estén cubiertas de crema. Luego pon a enfriar la pila de rebanadas de sandía durante 1 hora más.
Entierra las brochetas de madera en la tarta de sandía de forma equidistante y luego alinea las brochetas para poder cortarlas más o menos del mismo tamaño.
Derrite en baño maría las dos coberturas de chocolate en vasos altos y después sumerge las brochetas de sandía. Cubre las brochetas de chocolate negro con crocante de avellanas, y las brochetas de chocolate blanco, con los chips de coco. Deja que las brochetas se endurezcan durante 5 minutos.