Pon las salchichas una al lado de la otra sobre una tabla e inserta dos pinchos de madera de arriba y abajo, a través de todas las salchichas. Las salchichas deben quedar ensartadas como si se tratara de una brocheta gigante. Ponlas en una sartén o cazuela grandes y fríelas por ambos lados.
Saca las salchichas de la sartén y córtalas por el medio. Es importante que las mitades de la salchicha permanezcan ensartadas en las brochetas.
Coloca de forma cruzada las dos brochetas de salchicha dentro de un molde redondo.
Cocina los espirales y luego ponlos en dos de las cuatro cámaras del molde con las salchichas.
Ralla el queso en una olla y añade cerveza y crema. Sazona todo con pimienta y deja que la mezcla hierva. Si no obtienes una consistencia cremosa, añade un poco de maicena y sigue revolviendo.
Vierte la salsa de queso en las otras dos cámaras del molde. Retira los palitos de madera y adorna todo con las cebollas fritas y las cebolletas finamente picadas.