Hierve los spaghetti como de costumbre, pero no los enjuagues en agua fría; así se quedarán pegados. Déjalos enfriar brevemente y añádeles ricota, parmesano, huevos, albahaca, pan molido y salsa de tomate. Salpimenta. Deja la mezcla reposar unos 20 minutos.
Mezcla todos los ingredientes en el bol grande. A continuación, presiona el bol pequeño sobre la carne molida para que esta adquiera también la forma de un bol.
Hornea la carne durante 45 minutos a 180 °C con la circulación de aire activada. La carne tiene que estar entre ambos cuencos.
Corta la mezcla de spaghetti en porciones del mismo tamaño (de aprox. 60-80 g) y dales la forma de albóndigas. Rellena las albóndigas de spaghetti de mozzarella.
Fríe las albóndigas de spaghetti de 5 a 10 minutos hasta que estén doradas.
Saca el bol de carne picada de entre ambos boles mientras aún esté caliente e introduce en ella las albóndigas de spaghetti y la salsa de tomate caliente. Esparce parmesano y albahaca sobre el conjunto.