La quiche es uno de los clásicos de la cocina francesa campestre. Es un plato sencillo y tradicional, muy fácil de replicar y a la vez increíblemente versátil. Con los años, se han desarrollado numerosas variantes de este sabroso plato, como por ejemplo esta quiche integral.
Quiche integral con espinacas y feta
Originalmente, la quiche proviene del este de Francia; de ahí el nombre de quiche Lorraine, referente a la región de Lorena. El nombre quiche también es fácil de explicar; pues proviene de la palabra lorenesa «Kichel» o «Kuechel», que, como te podrás imaginar, significa «pastel».
Hoy en día, la quiche Lorraine tradicional se asocia con crema fresca, huevos y tocino. Sin embargo, una receta de 1901 de Le Figaro la describe de forma mucho más sencilla. Según ella, una quiche Lorraine solo necesitaba huevos, crema fresca y sal. Entre todas las variantes que existen actualmente, todas siguen teniendo algo en común: una base de masa quebrada salada, y un relleno de huevo y crema o huevo y leche, la cual cuaja en el horno y le proporciona su textura inconfundible.
La variante con harina integral que nosotros utilizamos sabe deliciosa en combinación con el relleno que elegimos: espinacas frescas, ajo, cebollas y feta; un delicioso equilibrio entre sabor y frescura.
Los garbanzos, semillas de girasol tostadas y los tomates cherry equilibran la receta, que además tiene un aspecto espectacular. Si prefieres una versión totalmente vegetal de la quiche integral, utiliza mantequilla vegana, un sustituto del huevo hecho con harina de garbanzos o tofu sedoso, y leche vegetal. ¡Buen provecho!
Quiche integral casera
INFORMACIÓN ADICIONAL:
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocción: 1 hora
- Tiempo de reposo: 30 minutos
- Tiempo total: 2 horas
- Porciones: 4
- Utensilios: 1 molde para quiche
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 200 g de harina integral de trigo
- 1 huevo mediano
- 30 g de aceite vegetal neutro
- 50 g de mantequilla
- 1/2 cucharadita de sal
Para el relleno:
- 350 g de espinacas frescas
- 1 cebolla roja
- 2 dientes de ajo
- 4 cucharadas de semillas de girasol
- 1 cucharada de aceite neutro
- 200 g de tomates cherry
- 100 g de garbanzos enlatados
- 100 g de feta
- 3 huevos medianos
- 100 ml de leche
- Sal y pimienta al gusto
- 1/2 cucharadita de nuez moscada rallada
PREPARACIÓN:
- Para la masa, mezcla la harina, el huevo, el aceite, la mantequilla y la sal. Amasa bien y deja reposar en el refrigerador durante 30 minutos.
- Mientras tanto, lava las espinacas y sécalas.
- Pela la cebolla y los dientes de ajo, y pícalos finamente.
- Tuesta las semillas de girasol en una sartén caliente sin aceite hasta que estén doradas.
- Calienta un poco de aceite en una sartén y sofríe la cebolla y el ajo. Agrega las espinacas y cocínalas hasta que se hayan reducido.
- Lava y corta por la mitad los tomates cherry, escurre los garbanzos y desmenuza el feta en un bol.
- Bate los huevos con la leche y sazona la mezcla con una pizca de sal, pimienta y nuez moscada.
- Saca la masa del refrigerador y forra un molde para quiche con ella. Presiona el borde ligeramente hacia arriba y pincha la base varias veces con un tenedor.
- Precalienta el horno a 180 °C con calor arriba/abajo.
- Distribuye la mezcla de espinacas sobre la base. Agrega los garbanzos y el feta por encima.
- Reparte las semillas de girasol uniformemente sobre la mezcla y vierte la mezcla de huevo y leche por encima.
- Presiona las mitades de tomate ligeramente en el relleno.
- Hornea la quiche durante unos 60 minutos, hasta que la superficie esté dorada de forma uniforme.
Este artículo se publicó originalmente en leckerschmecker.me y se ha traducido con ayuda de la IA. Nuestro equipo editorial lo ha revisado cuidadosamente antes de su publicación.