En México, el 1 y 2 de noviembre se celebra el Día de los Muertos, y como en toda fiesta que se precie, hay un platillo que no puede faltar: el pan de muerto. ¡Mucho más delicioso de lo que su nombre sugiere! Hemos encontrado una receta auténtica y queremos compartirla contigo para que celebres este día de la mejor manera.
Pan de muerto: una receta mexicana para festejar a los seres queridos
El Día de los muertos es una de las festividades más importantes de México. No se trata de un evento de luto, sino de una celebración colorida en la que se honra a los difuntos. Según la antigua creencia mexicana, los seres queridos difuntos visitan a los vivos una vez al año, coincidiendo con el final de la temporada de cosecha. Este reencuentro con seres queridos, amigos y familiares fallecidos se celebra tradicionalmente con música, danza, coloridas decoraciones y, por supuesto, buena comida.
Además de las elaboradas y coloridas calaveras de azúcar, hay un dulce que es especialmente representativo del Día de los Muertos: el pan de muerto. Este pan está hecho de una masa dulce de levadura, aromatizada con semillas de anís y naranja, y decorada con símbolos de huesos y calaveras hechos de masa. Las panaderías y pastelerías venden este dulce panecillo, y las familias lo disfrutan como desayuno o merienda. A menudo, el pan también se coloca como ofrenda en los altares dedicados a los muertos.
Puedes colocar tu pan de muerto casero como ofrenda, pero si quieres comerlo, córtalo en trozos y sírvelo junto a chocolate caliente mexicano: chocolate espeso cremoso con intensos aromas de especias, perfecto para una tarde relajada para conmemorar a los seres queridos ya fallecidos.

Pan de muerto
Ingredientes
- 1 naranja orgánica
- 400 g de harina de trigo
- 7 g de levadura seca
- 150 ml de leche tibia
- 50 g de mantequilla derretida
- 75 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1 cdta. de semillas de anís
- 1 cdta. de agua de azahar
- 3 huevos
- 3 cda. de mezcla de azúcar y canela
Elaboración paso a paso
- Ralla la cáscara de naranja.
- Mezcla la harina con la levadura seca. Incorpora la leche, mantequilla, azúcar, sal, semillas de anís, agua de azahar, ralladura de naranja y 2 huevos.
- Agrega los ingredientes húmedos a la harina y amasa todo durante unos 10 minutos hasta obtener una masa elástica. Si es necesario, agrega más harina si la masa está pegajosa o más leche si está demasiado seca.
- Cubre la masa y déjala reposar en un lugar cálido durante una hora.
- Vuelve a amasar la masa y aparta aproximadamente un octavo. Forma el resto en cuatro panes redondos pequeños.
- Con la masa restante, forma tiras alargadas («huesos») y, opcionalmente, algunos óvalos pequeños («calaveras») y colócalos sobre el pan. Pon los panes en una bandeja para hornear forrada con papel de horno y déjalos reposar durante una hora más.
- Precalienta el horno a 160 °C con aire circulante.
- Para el glaseado de huevo, bate el huevo con dos cucharaditas de agua y unta el pan con él. Espolvoréalo ligeramente con la mezcla de azúcar y canela.
- Hornea el pan durante 30 minutos en el horno y cúbrelo con papel de aluminio si se oscurece demasiado. Verifica el pan golpeando la base; debería sonar a hueco.
Este artículo se publicó originalmente en leckerschmecker.me y se ha traducido con ayuda de la IA. Nuestro equipo editorial lo ha revisado cuidadosamente antes de su publicación.

